Antes de cualquier intervención arqueológica, llevamos a cabo una exhaustiva revisión documental del área a explorar. Este proceso incluye la consulta de publicaciones científicas, cartografía histórica, archivos históricos, la realización de entrevistas y encuestas locales y la recopilación de antecedentes arqueológicos para garantizar que el trabajo en campo se realiza con una base sólida y precisa.